¿Cómo se hace una lectura productiva?

Leer no solo desarrolla el análisis, la crítica, la imaginación, también permite enriquecer tu cultura general, tu léxico y el coeficiente intelectual, en realidad un sin fin de oportunidades más.  Puedes  leer por simple gusto o entretenimiento, por matar el tiempo o placer (eso depende de lo que leas), eso sí,   cada vez que leas corres el riesgo de iniciar una nueva aventura.

Esta actividad además de propiciar el desarrollo cognitivo también facilita la interacción social, el autoconocimiento y esparcimiento, de alli la importancia de comprender lo que transmiten los textos pero, ¿en qué consiste comprender un texto?

 
Comprensión de textos.

No todos los textos tienen el mismo nivel de complejidad. En ocasiones, una primera lectura nos resulta suficiente para comprender el sentido global;  en otras, nos enfrentamos a un texto escrito con mayor grado de dificultad y, en principio, no conseguimos entenderlo ¿Qué debemos hacer entonces?

Primero que todo debemos tener claro que intervienen en el proceso, por un lado, aspectos relacionados con el texto y el sujeto, quien tiene un papel activo y dinámico de construcción.

Como lectores buscamos encontrar significado en lo que leemos y, para ello,  hacemos uso de conocimientos previos para relacionarlos con la información que aporta el texto. 

Existen una serie de estrategias que pueden ayudarnos a comprender lo que leemos. Entre ellas, es interesante que nos fijemos en el título del texto y, en caso de que estén presentes, en las ilustraciones que lo acompañen, ambos elementos nos orientarán sobre su contenido. Claro está, es necesario que hagamos una lectura atenta del mismo, empleando el diccionario, o alguna fuente de consulta, si desconocemos el significado de algún término o intentando deducirlo a partir del contexto.

Subrayar.

¿Qué pasa por tu mente cuando necesitas subrayar un texto? ¿La realidad se asemeja a lo que muestra la siguiente imagen?

Debemos entender que subrayar es una estrategia para comprender los textos y, para ello, es necesario considerar como prioridad las ideas más importantes del texto. Observa con atención el subrayado que hemos realizado sobre este texto y deduce si crees que puede resultar útil para su comprensión:

Todo lo contrario

Mario Benedetti (Microrrelato)

"- Veamos –dijo el profesor-. ¿Alguno de ustedes sabe qué es lo contrario de IN?

- OUT – respondió prestamente un alumno.

- No es obligatorio pensar en inglés. En español, lo contrario de IN (como prefijo privativo, claro) suele ser la misma palabra, pero sin esa sílaba.

- Sí, ya sé: insensato y sensato, indócil y dócil, ¿no?

- Parcialmente correcto. No olvide, muchacho, que lo contrario del invierno no es el vierno sino el verano.

- No se burle, profesor.

- Vamos a ver. ¿Sería capaz de formar una frase, más o menos coherente, con palabras que, si son despojadas del prefijo IN, no confirman la ortodoxia gramatical?

- Probaré, profesor: “Aquel dividuo memorizó sus cógnitas, se sintió dulgente pero dómito, hizo ventario de las famias con que tanto lo habían cordiado, y aunque se resignó a mantenerse cólume, así y todo en las noches padecía de somnio, ya que le preocupaban la flación y su cremento.”

- Sulso pero pecable –admitió sin euforia el profesor."

Si partimos de la base de que el subrayado debe servirnos para destacar las ideas esenciales de aquello que estamos leyendo, es obvio que la utilidad.  Entonces, ¿qué objetivos persigue el subrayado?  Podemos ennumerar:

   1.       Destacar las ideas principales y descartar secundarias.

   2.       Permitir recomponer el sentido general del texto con una revisión rápida.

   3.       Desarrollar la capacidad de síntesis.

   4.       Facilitar el estudio.

Unos apuntes subrayados, de manera correcta, resultan más atractivos y facilitan la retención de la información.  Por ello puedes apegarte a una serie de pautas para la elaboración de un subrayado que te permita resaltar los conceptos de mayor relevancia.

Un buen momento para iniciar a subrayar, lo que consideramos importante, es después de una primera lectura comprensiva, subrayando párrafo a párrafo, rescatando la idea principal de cada uno. Esto con la intención de promover la concentración en la tarea y sintetizar los contenidos estudiados.